Son unas finas láminas de cerámica que recubren parcialmente el diente.

Se usan principalmente en casos en los que el paciente busca una estética dental excelente, por la gran similitud que tienen respecto a un diente natural.

PERO ¡OJO!, QUE NADIE TE CONFUNDA. En más del 90% de los casos necesitamos “tallar” o rebajar un poco el diente natural, y además precisamos que el diente sobre el que queremos hacer una carilla no esté muy destruido. Sino, con las carillas no obtendremos resultados satisfactorios a largo plazo.

El material que utilizamos para la fabricación de las carillas es el Disilicato de Litio, que es un tipo de cerámica de bastante dureza y de gran parecido al diente natural.

Si piensas que las carillas son la solución a tu problema dental, pide cita con nosotros y te explicaremos las ventajas e inconvenientes de esta técnica, por cierto, nada dolorosa.